jueves, 21 de febrero de 2013

Buenas medidas con muchos matices

El Gobierno de Rajoy allana el camino para que los jóvenes se lancen a emprender. A la ya anunciada tarifa plana de la Seguridad Social, con la que durante los seis primeros meses la cuota se reducirá hasta los 50 euros, se le une la compatibilización con la prestación por desempleo. Dos medidas presentadas en el Debate sobre el Estado de la Nación que van en la dirección correcta. No obstante, la limitación temporal en el primer caso y la ausencia de baremos para medir hasta cuándo hace que las reticencias estén ahí.

La tarifa plana para el nuevo emprendedor o el menor de 30 años ya fue anunciada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez y creo que es una de las medidas más acertadas del Ejecutivo. Pero en el anuncio de hoy, Rajoy ha reducido de forma considerable la propuesta inicial: de los 35 años que marcaba la barrera ha pasado a 30. No sólo no se plantea el baremo de los ingresos, tal y como se planteaba en este blog, si no que se limita aún más, algo que me parece un error.

La otra gran medida para el fomento del emprendimiento entre los jóvenes es la compatibilización de la prestación por desempleo con la actividad como autónomo. En este punto, esas reticencias de las que hablaba al principio se incrementan, porque el presidente no ha profundizado mucho sobre ella. No ha dicho si habrá un límite temporal o si, en cambio y como sería lógico, el baremo será económico a través de la facturación mensual. Sea como fuere, el planteamiento es muy interesante y puede resultar un acicate para iniciar nuevos proyectos.

Por otro lado, el Gobierno ha mirado también a las aulas, planteando asignaturas que fomenten el espíritu emprendedor, el trabajo en equipo y la creatividad entre los contenidos mínimos. Es cierto que toda la educación basada en la favorecer una cultura del emprendimiento es positiva. Sin embargo, no creo que el problema radique en una alarmante falta de iniciativa (es más pienso que, incluso, se está ‘vendiendo’ de manera muy frívola por parte, principalmente, de los responsables públicos), sino, más bien, en unas condiciones que no invitan a dar el salto empresarial. Es por esa razón por la que el esfuerzo fundamental no debe ir dirigido tanto a cambiar la mentalidad de los estudiantes como a allanar el camino para que éstos no vean con recelo esa opción.

Pese a las reticencias, las dos grandes medidas anunciadas hoy van en el camino correcto y creo que, al menos, eliminan algunos de los obstáculos con los que los jóvenes se topan en este país a la hora de emprender una iniciativa empresarial. Habrá que estar atentos ahora a cómo se plasma en el Boletín Oficial de España (BOE) y su letra pequeña.

lunes, 18 de febrero de 2013

El truco de los precios muy altos como gancho

Siempre me pregunto por qué invariablemente hay un aparato electrónico en las tiendas cuyo precio sobrepasa ampliamente el de todos los demás.  O un modelo de automóvil súper-equipado en los concesionarios, a precios astronómicos. O un vino que parece tan solo digno de los dioses, más por su precio que por otra cosa.

La respuesta es sencilla: es un truco psicológico que se utiliza como técnica de venta, para inflar artificialmente el precio de los productos más baratos del mismo tipo.

La explicación que dan los psicólogos, economistas y vendedores con experiencia es que cuando vemos una gama de productos expuesta tendemos a calcular el precio promedio para comparar sobre uno de ellos que tenga (supuestamente) una relación precio/prestaciones razonable: ni demasiado caro, ni demasiado barato. A partir de ahí razonamos y elegimos según nuestras necesidades nuestros presupuestos. Ante tres televisores similares de 400, 500 y 750 euros partimos mentalmente del «promedio» de unos 550 euros para decidirnos por algo más barato (el de 500) si el producto «nos da un poco igual» o algo más potente aunque un poco más caro (el de 750) si nuestras previsiones presupuestarias lo permiten.

Pero supongamos que en el «juego» entra un televisor increíble, más grande y potente de 3.000 euros. Ahora la gama son 400, 500, 750 y 3.000 euros. Aunque no lo calculemos, el promedio pasa a ser de unos 1.100 euros. Ahora el de 750 incluso parece barato, mientras que los de 400 y 500 quedan tan lejos del promedio que parecen muy malas opciones. Lo curioso del caso es que normalmente ni podemos aspirar al de 3.000 euros, ni nos lo habíamos planteado, ni seguramente sea una buena compra. Pero, curiosamente, saber de su existencia ha cambiado automáticamente nuestro cálculo mental sobre todos los demás: el que antes la mejor opción de la gama pasa a ser algo intermedio o incluso el mínimo.

El truco para ahorrar es sencillo: si se sospecha que esta técnica está en juego simplemente basta con ignorar el producto de mayor precio y razonar como si no existiera.

Naturalmente, si alguien compra el televisor de 3.000 euros la tienda se frotará las manos: era un producto trampa, que no esperaban que nadie comprara, del que tal vez incluso ni tengan más de una unidad en el almacén y probablemente con un margen de beneficio espectacular. En algunas tiendas, por ejemplo, muestran junto a los televisores convencionales de 40 o 42 pulgadas una bestia de la tecnología de 108 pulgadas y 60.000 euros. A su lado, cualquier televisor de 800 euros parece un auténtico chollo, y los de 400 o 500 euros, que son probablemente mejores opciones por precio/prestaciones, quedan desplazados fuera del campo de interés de mucha gente debido a este efecto

lunes, 11 de febrero de 2013

Las dificultades del comercio electrónico. Un caso real.

Hace unas de semanas un buen amigo me envió una consulta acerca de su tienda de comercio electrónico. Había creado la tienda en septiembre, a través de un proveedor de servicios bastante conocido, pero el resultado es que no había recibido todavía ningún pedido. Y es que no es tan fácil el comercio electrónico cómo lo pintan en los anuncios de la tele.

En menos de cuatro clic, tal y como anuncian tenemos una tienda online, y ahora ¿qué? Además ha contratado las opciones de optimización automática del SEO, recibe visitas, pero no pedidos, cero conversión, por lo que tampoco está amortizando la inversión realizada. La página está dedicada a la venta de vinos, quesos y embutidos, un sector que ya tiene bastantes propuestas de tiendas online. Vamos a ver algunos de los problemas a los que se enfrenta.

Un mal diseño que acompaña a la tienda

Para empezar al abrir la tienda lo primero que llama la atención es que la página está totalmente desplazada a la derecha, en lugar de aparecer centrada y con márgenes a ambos lados. Tiene un mal diseño, que parece que está compuesta de una serie de elementos superpuestos que no acaban de armonizar. Sería mejor contar con un diseño profesional, a medida o utilizando una tienda de código libre tipo Magento.

Por otro lado, la descripción de los productos, aun siendo correcta, está falta de una mayor información disponible para los usuarios. Hablamos de productos de consumo alimentario, tenemos que dejar claras sus propiedades, las normas sanitarias que utilizamos en su elaboración, si se trata de productos artesanales o no, entre otras cosas.

A esto se une que la página tiene una nula promoción. Una página de estas características debería tener asociado un blog o una sección de noticias donde se va dando información de los distintos productos que tiene. Por ejemplo, desde cómo se elabora un queso, las propiedades que tiene, sus distintas variedades, o recetas que podemos hacer con estos productos.

Todo ello ilustrado con imágenes. Y además tratar de conseguir la mayor difusión a través de redes sociales, como Facebook o Twitter. Además, una vez montada toda la página, no estaría de más crear alguna campaña en Google adwords enfocada hacia algún producto concreto.

Otra de las deficiencias de la página es la falta del soporte de idiomas. Según me comenta este amigo una parte muy importante de las visitas que recibe vienen de Alemania. ¿Por qué no fomentar este mercado ofreciendo la página también en alemán? Ya puestos, añadamos también inglés y francés. Tiene un mayor coste de mantenimiento, pero el potencial del mercado es también muy grande.

Estudio de la competencia y marca reconocida

Esto nos lleva a pensar que no se ha realizado un estudio de la competencia del sector. ¿Qué ofrece mi tienda que no tengan las demás? Quesos, vinos y embutidos hay en muchas tiendas y no encuentro en ésta nada que le haga distinta a cualquier otra. No han focalizado el objetivo de la tienda. No es una tienda de productos artesanos o ecológicos, vende distintos productos que podrían funcionar bien en una zona turística en tienda a pie de calle, pero que en Internet pasan desapercibidos.

A esto se le une la falta de una marca reconocida ¿Por qué van a confiar los clientes en mi marca de productos si no la conocen? Es necesario romper este círculo vicioso, de no compro porque no me fío, y no me fío por que no conozco la marca. ¿Envío de muestras como promoción a los clientes que se registren? Tampoco tiene una denominación de origen, o por lo menos no la publicita, razón por la cual tampoco tenemos claro que características cumplen los productos.

Solos o mejor en una plataforma

Con todo esto, ¿no sería más rentable a corto plazo unirnos a una plataforma distribuidora? Un ejemplo para este sector sería Mumurmio, especializada en este tipo de productos, donde podamos encontrar un hueco para los nuestros y nos olvidamos de temas logísticos, venta, promoción, etc.

Claro que cuando vamos de la mano de otros no tenemos autonomía completa, pero dedicamos nuestro tiempo a mejorar nuestros productos, en lugar de aprender sobre comercio electrónico, diseños, campañas de marketing, etc. Por supuesto, la plataforma con la que estemos se llevará siempre un porcentaje de las ventas de productos.

Como conclusión en este caso en vinos y quesos, aunque se pueden articular soluciones para otros muchos bienes y servicios:

Sería necesario replantearse por completo el enfoque de la tienda online, tanto a nivel técnico, como de promoción, pero también en lo que respecta a los productos que ofrecemos. ¿En qué sector se compite, por precio, por variedad de productos…? De otra manera creo que no conseguirá, no ya ganar dinero, sino ni tan siguiera recuperar la inversión realizada.

Inteligencia emocional en el trabajo

Lo que voy a contar me sucedió de verdad hace unos días. Pude comprobar lo diferente que puede ser un trabajo, dependiendo de quien esté en ese puesto. Conozco mucha gente que ha trabajado en empleos que a otros hubieran hecho llorar, pero que se sientenm bien porque su mente estaba centrada en lo que hacía. No había cabida para pensamientos del tipo: “merezco algo mejor”, “no me gusta mi jefe”, y así. La actitud en el trabajo saben que formaba parte de un sueldo que ellos cobran, pero que le haría sentir un poco más feliz.

Hace unos días, como decía, mantuve una charla con un conductor de guagua que me dio lecciones mucho más valiosas que algunas que ofrecen los gurús de autoayuda dando conferencias a grupos de comerciales y demás. Sé que es difícil encontrar trabajo, pero también lo es tropezar con personas con una actitud tan positiva y realista a la vez en el que tienen.

Conozco a ese conductor. Siempre está sonriendo y si no es así su cara no demuestra un desprecio por la gente que sube, por los atascos, o por cualquier razón que a una persona con ese empleo le amargaría la existencia. Sus teorías os las expongo a continuación. Teorías que le hacen comenzar cada día con ilusión a la hora de ir a trabajar. Conductor, entrenador de fútbol para niños de clase media-alta y sobre todo: un motivador nato.

Ahí van sus píldoras:

· Cuando me levanto por la mañana pienso en la suerte que tengo: voy a trabajar.
· Conduzco un Renault (las guaguas de línea son de esa marca)
· Me prometí cuando empecé hace más de diez años que seguiría siendo el mismo. Todos los usuarios del autobús recibirían un buenos días, buenas tardes y una sonrisa. Soy así siempre he trabajado de cara al público.
· Veo a chicas guapas que jamás subirían conmigo en mi coche
· Conozco a personas interesantes, simpáticas, a las que luego saludo por la calle y viceversa
· Me paseo por mi ciudad, como hoy, que hace un día bonito
· Si alguien me tira el dinero con cara de asco y ni tan siquiera me saluda, lo ignoro
· Cuando me insultan desde algún coche por la razón más tonta, dejo que se enfade y diga lo que quiera, le pregunto si ha terminado y me voy, porque estas personas tienen que llegar a tiempo. No me afecta.
· Si una persona entra no devuelve el saludo, no me mira y si lo hace es con una expresión de asco, cuando después viene apurada a preguntar por una calle y dónde ha de bajar, me hago el tonto y digo que soy nuevo, que pregunte en la próxima parada. Supongo que ahí sí me he vuelto un poco malo.

No sé qué cobra a fin de mes, pero en mi pequeño y personal estudio llevado a cabo a lo largo de los años, creo que es el conductor más rico de esta ciudad, y todo porque además de realizar su trabajo ¡ha logrado que le guste! y les aseguro que todos los días han de tropezar con personas que se desahogan con ellos con muy malas maneras.

La actitud es más que importante, tanto si limpias calles, eres profesor, o trabajas en una tienda. Aunque en ocasiones cueste, siempre debemos intentar ser positivos. Sé que las circunstancias no son las óptimas por ello tiene más mérito si elegimos no amargarnos la existencia en el terreno laboral.

La productividad es el problema

La empresa auditora PricewaterhouseCoopers (PWC) realiza un interesante resumen sobre la necesidad de mejorar la producctividad en las empresas y afirma que “creemos que las empresas del sector industrial tienen un gran campo de mejor”‘. Pues resulta que sí, un grandísimo campo de mejora. Ahora bien, en Canarias la industria, el sector que mejor soporta la crisis y el empleo, es un 4% del PIB regional, esto es más de la mitad que el mismo sector en España. Hay mucho margen de mejora pero también hay que apoyar en las Islas para compensar los mayores costes a escala canarios frente a masivas producciones del continente, capaces de obtener precios de materias primas sensiblemente inferiores a los de la industria del Archipiélago. Las estimaciones del coste de insularidad para el sector es del 25%.

Pero PWC, como parte de su resumen nos da elementos donde las empresas deben enfocarse para mejorar su productividad, que son los siguientes:

· Mejorar la flexibilidad laboral de la empresa.
. Reducir de forma significativa los niveles de absentismo.
· Reducir los costes laborales.
· Mejorar el clima laboral.
· Contar con mayor motivación y flexibilidad.
· Alinear los objetivos de los empleados con los de la empresa.

De todos estos, sólo el tercero entra dentro de lo que estamos viendo en los debates interminables sobre la reforma laboral que estamos viendo de los ‘entes económicos’, las asociaciones de empresarios, los sindicatos y el gobierno.

Las otras hablan de lo que pueden y deben hacer las empresas, para que sus formas de trabajar estén dirigidas hacia mejores rendimientos. Como he dicho muchas veces, el problema de la falta de productividad no es el enfoque de la supuesta nueva reforma laboral, que en realidad nos da más de lo mismo:

Dejémonos de tonterías. Los problemas laborales de España no son la dificultad de despedir, los altos sueldos y la dificultad de bajarlos. El principal problema laboral en España es la falta de productividad y los que más pueden impactar esto son los empresarios, invirtiendo, impulsando la formación y cambiando su forma de trabajar, los gobiernos, con sus medidas económicas que fomenten esto no lo perjudican y después, pero muy después, los trabajadores, que deben trabajar bien y también continuar su formación durante su vida laboral. Parte fundamental de esta flexibilización incluye la conciliación de la que no se habla en la Reforma Laboral y en los Presupuestos Generales de 2013.

Un país con 25% de desempleo, y creciendo, y con más mileuristas que otra cosa, no es un país que tiene altos sueldos y tampoco es un país que tiene dificultad de despedir. Otra cosa es que el factor trabajo, esto es, salarios más cotizaciones sociales, sí sean altos.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Hacienda hace negocio con el paro de los autónomos

El Ministerio de empleo ha publicado el balance del primer año completo en el que los autónomos han tenido derecho a paro y tal y como era previsible, era un sistema perfecto para engañar a los autónomos, tapar la boca de las reivindicaciones de “seguridad frente al cierre” del autónomo y el desamparo posterior que se sufre.

El Ministerio de Empleo afirma que sólo ha abonado 1.538 prestaciones por desempleo para autónomos por un importe total de 2,1 millones de euros. El total de prestaciones solicitadas ha sido de 8.418, denegando el 86,9% por insuficiente justificación de cese de actividad por causas económicas. El negocio ha sido redondo para la Seguridad Social dado que el total recaudado por la prestación por desempleo para autónomos ronda los 56,5 millones de euros, de los cuales ha pagado sólo 2. A esto se le llama impuesto encubierto de 54,4 millones de euros “por el bien de los autónomos”.

Desde luego, hay que ser consciente que la reivindicación por desempleo es absurda en el caso de los autónomos, con una casuística en la que es casi imposible justificar un cierre de actividad y que la probabilidad de que te denieguen la solicitud es realmente elevada.

Las asociaciones de autónomos ven el paro para el colectivo como una vía de mejora, yo por mi parte, la veo como una mayor carga impositiva, dado que aunque eliminemos las restricciones a la cobertura, los ingresos reales que se abonan son ridículos tanto en importe como en duración.

Por si fuese poco, la Seguridad Social y sus brillantes cabezas pensantes comandadas por Fátima Báñez, están estudiando hacer obligatoria la cotización por desempleo para los 3 millones de autónomos que actualmente están en alta. Basta con que terminen de coger la calculadora para darse cuenta de que es un buen negocio para ellos que hay que poner en marcha cuanto antes vía Decreto Ley urgente en el BOE.