Es una evidencia que el gran fraude fiscal en este país lo cometen las multinacionales. Los
datos oficiales y reconocidos por el Gobierno respecto a la evasión
fiscal en España muestran que: el 72% de la desviación de impuestos
en España es cometida por grandes corporaciones como Yahoo, Google,
Apple o Facebook entre otras.
Este porcentaje triplica las cifras relativas al fraude reconocido para los autónomos y pymes, con apenas un 8,6% del fraude total para los primeros y del 17% para las empresas pequeñas y medianas. Colectivos estos que suponen el 97% de nuestro tejido empresarial.En este sentido uno de los mayores culpables en el fomento de la
aplicación de sistemas de "planificación fiscal agresiva" (término
empleado por el propio Ministerio de Hacienda) es el vigente Impuesto de
Sociedades que recoge una serie de posibilidades que permiten a las
compañías de mayor tamaño beneficiarse de exenciones fiscales de difícil
acceso para autónomos y pymes, tales como la inversión en I+D
(investigación y desarrollo) o las Etves (Entidades de Tenencia de
Valores Extranjeros). A pesar de que en la actualidad el tipo nominal en el Impuesto de
Sociedades se sitúa para las grandes empresas en el 30% y para pymes y
microempresas en el 25%, según datos aportados por Gestha (Sindicato del
colectivo de Técnicos de Hacienda), el primero pasa en la mayor parte
de las ocasiones a colocarse incluso entre el 11 y el 17% gracias a la
ingeniería financiera legal que desarrollan estos gigantes y que les
permite el máximo aprovechamiento de ventajas fiscales e inclusive pasar los límites legales con subterfugios de evasión fiscal en
paraísos fiscales.
Pues a pesar de todo ello es absolutamente desconcertante saber que el 80% de la plantilla de la Agencia Tributaria (AEAT) se dedique a inspeccionar las cuentas de pymes, microempresas y autónomos. Y esto es así porque según confiesan los inspectores agrupados en Gestha, la escasez de efectivos
especializados y la falta de un sistema único y regulado de intercambio
de información económico y fiscal entre los distintos países de la UE, les limita a la investigación de autónomos y pequeñas empresas con
ventas por debajo de 5,7 millones de euros.
Pues qué bien. Resulta que el fraude lo cometen unos pero Hacienda investiga a otros, porque, como además son pocos los inspectores, como no tienen recursos y como buscan evasión fiscal donde menos hay, a ver quién se cree que de verdad se lucha contra el fraude fiscal en este país.
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