lunes, 22 de julio de 2013

Lo feo de las inversiones inmobiliarias

La inversión inmobiliaria se ha visto durante muchos años como algo ideal. Comprar un piso para alquilar en la época de la burbuja parecía la forma ideal de hacerse rico. El valor de la vivienda subía y además teníamos unos ingresos recurrentes. Si podíamos alquilar una vivienda por 600 euros, tres viviendas nos darían unos ingresos brutos de 1.800, un sueldo con apenas esfuerzo, o tal vez todo lo contrario.

Pero lo cierto es que la inversión inmobiliaria en vivienda tiene unos aspectos bastante feos que no se suelen tener en cuenta por parte de aquellos que optan por invertir en viviendas o que heredan una y deciden mantenerla como inversión. De hecho, casi nadie suele mirar el lado oscuro de la inversión inmobiliaria.

Aspectos feos de la inversión en vivienda
Costes de transferencia: la vivienda como vehículo de inversión está sometida a unos fuertes costes de entrada y salida o de transferencia. Comprar una vivienda nueva nos requiere pagar IGIC y una usada el ITP y AJD, además de notario y dedicar cierto tiempo. No es raro que los pisos se hereden y no se quieran cambiar por otros más adecuados para el alquiler por los fuertes costes que tienen. Comparémoslo con comprar acciones cómodamente desde nuestro ordenador de casa.

Además arrendar una vivienda no supone exclusivamente firmar un contrato y recibir una renta, sino que hay que gestionar la relación con el inquilino o la comunidad de vecinos. Además el propietario es responsable de las reparaciones de la vivienda o el mantenimiento. Este tipo de gastos no se suelen tener en cuenta cuando se alquila una vivienda.

Por último está el tema de impagos. Aunque la mayor parte de los inquilinos pueden no dar problemas, es una minoría la que asusta a los propietarios de una vivienda. No hace falta llegar a extremos en el que el inquilino paga únicamente el primer mes y no se va hasta que es obligado judicialmente dejando la vivienda en malas condiciones, pero decirle a una persona que tiene que abandonar su casa durante años porque ya no se puede permitir pagarla, no es un plato fácil.

A pesar de ello, la inversión inmobiliaria puede ser una buena elección para mucha gente, no obstante, hay que ser completamente conscientes de los contras de la misma antes de lanzarse a alquilar, cuando tal vez otras opciones (como la bolsa, los fondos de inversión, la deuda pública…) se adapten mejor a nosotros.

1 comentario:

  1. El temor de los propietarios de viviendas a que los inquilinos dejen de pagar el alquiler ha disparado la contratación de seguros por impago alquileres

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