lunes, 29 de julio de 2013

Siete errores que no hay que cometer en una entrevista de trabajo

Las entrevistas de trabajo no suelen tener una gran duración, pero precisamente por eso los errores que pueda cometer el entrevistador tienen un gran peso y puede llevarle a hacer una valoración equivocada sobre el candidato.

Para evitarlo debemos asegurar la creación de un ritmo de trabajo relajado y tranquilo, planificando una duración suficiente y un lugar adecuado, además de preparando la entrevista para evitar en lo posible la improvisación.

El error está en el detalle
Una entrevista laboral se puede estructurar, pero aún así el error puede aparecer en los pequeños detalles. No debemos pensar que por ser pequeños no son relevantes. Así, encontramos los siguientes:
Un saludo seco. Algo tan básico como el saludo puede marcar la actitud del entrevistado, por lo que hacerlo de forma seca o desinteresada puede desanimarle o hacerle sentir incómodo.
No tomar notas durante la entrevista nos impedirá despejar todas las dudas ni realizar valoraciones a posteriori. No debemos confiar en exceso en nuestra memoria.
Tomar demasiado protagonismo. Las entrevistas deben servirnos para hacer un retrato del perfil del candidato, por lo que debemos permitir que se exprese y que hable más que nosotros.
No despejar dudas. Si no tomamos notas y tomamos demasiado protagonismo, este error cae por si mismo, aunque puede cometerse aún sin cometer dichos errores. Tenemos que hacer preguntas cuando existan sombras sobre cuestiones importantes para el puesto o vacíos de información en lo comunicado por el candidato. Igualmente debemos despejar las que tenga
No usar un cuestionario tipo es un error bastante habitual que puede hacer que las entrevistas difieran demasiado una de otras, haciendo que el proceso no siga un guión específico con el que juzgar la idoneidad de todos los candidatos por igual. Aún así, la presencia de un cuestionario no significa que no podamos abrir la conversación de forma natural.
Dar vueltas en círculos es un error común en las entrevistas mal preparadas. Debemos tratar de ir al grano y evitar que la conversación se prolongue de forma no productiva, ya que muestra desinterés, confunde al candidato y no nos proporciona elementos de juicio.
No darle importancia a la despedida. Hay que ser amables hasta el final del proceso y comunicar con el candidato posteriormente ya sea elegido o no. La imagen de la empresa también se expresa en las entrevistas.

Con una buena planificación y dando la importancia que merece la entrevista, estos errores no deberían aparecer. Aún así es bueno recordarlos de vez en cuando porque en algunos casos hablamos de pequeños detalles que podemos dejar de considerar con el paso del tiempo.

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